sábado, 29 de agosto de 2020

DESPEDIDA PROFESORA PEDAGOGÍA TERAPÉUTICA MªÁNGELES

 

QUERIDA COMUNIDAD EDUCATIVA DEL VICENTE ALEIXANDRE:

MI ÚLTIMO VUELO…



“Solo yo, pero yo no sola”, así emprendí mi vuelo hace dieciocho años con rumbo incierto dentro de un entorno que olía a humanidad y sensibilidad llamado Colegio Vicente Aleixandre. Empecé a volar por aquel entonces repleta de entusiasmo y con la ilusión de dejarme “sorprender” de todo lo que me rodeaba y sobre todo de las personas que he tenido la gran oportunidad de conocer todos estos años.   

Durante este viaje tan largo en el tiempo, he vivido experiencias inolvidables que ya forman parte no solo de mi enriquecimiento profesional, sino que también me han hecho crecer como persona.

Mi experiencia profesional en el Vicente ha sido un reto permanente de superación personal y profesional con el objetivo de poner mi granito de arena en toda la dinámica del centro, pero especialmente en un ámbito  muy concreto , el alumnado de integración,  para ir contribuyendo en la transformación de  este lugar en el colegio que actualmente es. Todo ello, como un miembro más del claustro a través del trabajo en equipo realizado.

Mi labor en este centro quizás no haya sido tan visible como el de un tutor/a  o cualquier otro especialista para toda la comunidad educativa, sobre todo para las familias no directamente afectadas , ya que ha estado siempre centrado en atender de forma muy directa a aquellos alumnos que por diferentes características personales o necesidades educativas especiales lo han necesitado para desarrollarse en todos sus ámbitos según sus posibilidades e integrarse en el entorno escolar tanto a nivel de su aula como en el resto de los espacios que lo forman  lo máximo posible, dando siempre prioridad a su bienestar emocional y a su socialización sin olvidarnos de sacar lo máximo en lo relativo a sus aprendizajes.  

Por ello, mi labor en el centro ha estado siempre mimando y cuidando la integración de estos alumnos que después de tantos años con ellos he ido viendo avanzar y crecer como personas íntegras para la sociedad actual que les toca vivir.  

Muchas generaciones de alumnos y alumnas han pasado por mis manos a los cuales les he tratado con mi mejor saber hacer no solo en lo profesional, sino también en lo personal. Ha sido una labor de personalizar la enseñanza adaptada a las necesidades de cada uno de ellos, de perseverancia, de sistematicidad, de cariño, de paciencia y de la necesidad de mucha coordinación con el resto del profesorado y con sus familias. 

Me llevo en mi corazón todo lo que he aprendido de ellos y todos los momentos que me han regalado, sus sonrisas, su afectividad, sus confidencias, sus travesuras, sus simpatías y sobre todo el cariño de todos y cada uno de ellos que han impregnado su huella en mi ser.

Me marcho con sentimientos encontrados, por un lado “tristeza” porque el Vicente allá donde esté siempre será mi colegio, ya no viviré una etapa tan larga profesionalmente hablando en ningún otro centro educativo y por otro “la satisfacción” de que en el trabajo realizado le he puesto todo el empeño, profesionalidad, ilusión y sobre todo mucho amor. Espero haber cumplido las expectativas de todos los componentes de la comunidad educativa o al menos me he esforzado por ello.

La esencia de estas personitas que me han hecho muy feliz, más todos mis compañeros y compañeras con los que he compartido grandes momentos profesionales y también personales y por supuesto, las familias con las que he podido trabajar y conocer a las cuales admiro por todo lo que me han aportado, les doy las GRACIAS SIEMPRE PORQUE  DEJÁIS UNA HUELLA MUY GRANDE EN MI CORAZÓN QUE SERÁ IMBORRABLE PARA SIEMPRE.

Aquí se acaba mi vuelo en el Vicente para continuar el viaje volando a otro destino que afronto también con ilusión y pasión por la labor que continuaré realizando y que deseo tener tantas satisfacciones como me llevo vuestras.

GRACIAS, MUCHAS GRACIAS VICENTE ALEIXANDRE POR TODO LO QUE ME HABÉIS REGALADO Y POR TODO LO QUE HE CRECIDO CON VOSOTROS.

“SIEMPRE OS LLEVARÉ EN MI CORAZÓN”

         

Por último, me despido con un poema precioso el cual sintetiza mi vuelo por el Vicente de La Madre Teresa de Calcuta

 

“Mis mejores deseos para el nuevo curso muy diferente y especial por la situación sanitaria que estamos viviendo”

 Estoy segura que todo irá bien!!

                 MªÁngeles González López

                Profesora de Pedagogía Terapéutica.