La
atención es una de las capacidades junto con la memoria, motivación y la
comunicación fundamentales para el aprendizaje del niño/a. Por ello, desde las
edades más tempranas es muy importante su estimulación tanto en el ámbito
escolar como familiar.
La
falta de atención de un niño suele presentar como causa o de forma asociada los
siguientes déficits o carencias:
• Carencias en la percepción visual.
• Carencias en la percepción auditiva.
• Carencia de orden psicomotor.
• Carencia de orden neurológico.
• Trastornos de carácter afectivo.
Por
tanto, con la finalidad de orientar y facilitar el proceso de ayuda y refuerzo
que la familia puede desarrollar en casa, ofrecemos algunas pautas y
actividades que permiten trabajar y potenciar la capacidad de la atención.
PAUTAS
PARA TRABAJAR LA ATENCIÓN
Algunas
pautas que pueden resultar útiles a la hora de trabajar la atención son:
- Claridad: Debemos de realizar una correcta explicación de las tareas o actividades que vamos a realizar. El niño debe tener muy claro la actividad que tiene que realizar.
- Lenguaje concreto, preciso y con pocas palabras cuando lo expliquemos al niño. Mucho lenguaje puede ser “ruido” o provocar su distracción.
- Trabajo estructurado y dividido en pequeños
objetivos. Que se van a ir consiguiendo poco a poco.
- Constancia: Debemos de ser constantes en
nuestro trabajo y emplear una metodología adecuada y sistematizada.
- Aprovechar sus intereses: Conocer sus
intereses y preferencias para favorecer la concentración y la atención
partiendo ellos.
- Motivación: Presentar las actividades de
forma lúdica y divertida como un juego, haciendo estas actividades
deseable. En ocasiones podemos jugar con ellos para que se motiven aún
más, sin perder el objetivo que queremos conseguir con nuestra actividad.
- Entorno de trabajo libre de estímulos:
Posibilitar el trabajo en un lugar adecuado donde el niño puede
concentrarse. (habitación libre de cuantos más estímulos mejor, para que
no se distraiga mucho)
- Variedad, pero con ciertos límites!!!
Utilizar actividades variadas en cada momento para no permitir la fatiga
y el aburrimiento.
Practicar
dos o tres veces por semana y no más de 15 min. (no más de 1 ó 2 fichas o
actividades). (Se puede realizar un ejercicio de, por ejemplo, 10-15 min.
Máximo; después una pausa de 15 min., donde el niño se divierta mucho – como
recompensa-, y después volver a hacer otro ejercicio. Dependerá de cada niño,
pero poco a poco se puede ir aumentando el tiempo de trabajo: 15 minutos –
pausa – 15 minutos – pausa, etc)
Los
mejores momentos para practicar en casa son, o bien antes de empezar, o cuando
los niños ya llevan un tiempo realizando las tareas escolares (por ejemplo para
cambiar de actividad o tema). No es conveniente dejarlo para el final pues la
fatiga se habrá acumulado y no resultará efectivo.
Es
importante no facilitar en exceso la actividad o la tarea, es decir, ayudar
sólo cuando sea necesario. (y se le debe alabar siempre: muy bien, bravo, te
está saliendo fenomenal, etc. Luego trabajar con alguna motivación o usar el
sistema de puntos: cuando se reúnen x puntos, recompensa)
Aclarar
las dudas con cierta estrategia, sino ha estado atento, eso sí, para que el
niño no piense que todo vale: hacer otro ejercicio donde el niño preste
atención, y luego volver al primero aclarando las dudas)
No
se le deben señalar los errores sino más bien facilitar que el niño realice
otra vez el proceso, el fin es que sea él mismo quien descubra los errores y
por tanto la forma de no repetirlos. Si bien tenemos que tener presente que aquellos
niños con necesidades educativas especiales necesitan orientación ya que están
en proceso constante de aprendizaje.
Mantener
en todo momento una actitud positiva y motivadora, mediante fichas de
recompensa, premios, etc, para así desarrollar su autoconfianza y autoestima.
Creando un clima de confianza y cariño.
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